miércoles, 5 de octubre de 2011

Viendo la necesidad.

Quiero compartir una breve experiencia que tuve este domingo al estar trabajando en una de las pocas, pero existentes colonias marginadas en Corea del Sur, ahí Dios me recordó el trabajo que por algunos años había estado realizando en México y por muchos pretextos había dejado.

 El día comenzó cuando me reencontré por segunda vez en este periodo, con un muy querido amigo llamado Emil, que la ocasión anterior me ayudo mucho y ahora lo sigue haciendo, para ir a la iglesia en donde el está ayudando como pastor de medio tiempo y que están comenzando.

El pasaje que compartieron ese día fue Isaías 58: 9-14 en donde se habla del verdadero ayuno, el versículo seis dice: 6El verdadero ayuno ¿No es más bien romper las cadenas de injusticia y desatar las correas del yugo, poner en libertad a los oprimidos y romper toda atadura?. Esta pregunta me llevo a ver desde una perspectiva diferente este tema.

Como lo describe este pasaje el ayuno es darnos en servicio a otros, es dejar de pensar en nosotros y entregar lo que tenemos a otras personas, es nuevamente salir de la comodidad y ponernos en el lugar de otros; sabiendo que l que hagamos, como dice el versículo 9, depende de Dios porque el dirá "¡Aquí estoy!.

Este pasaje me despertó cierto interés pero tengo que confesar que solo fueron las ideas anteriores mi ultimo punto de reflexión y lo que llamo mi atención, sin embargo todo cambio cuando mi amigo me hizo una invitación a acompañarlo en la noche a servir en una zona por la que yo, la vez anterior había ya estado un par de ocasiones y sabía que en esa estación del metro había una muy buena plaza comercial, pero eso era todo lo que recordaba de ese lugar.

Al llegar a la estación del metro en la noche comencé a ver una gran cantidad de vagabundos en esta zona, algo que para mi hasta hace poco no era muy común en Corea, recordé que ciertamente la vez anterior había visto gente en esta situación en este lugar pero no le tomé importancia, como lo hacen todas las personas que pasan por esta muy transitada estación del metro.

Cuando comenzamos a recorrer la zona, llevando ropa para el invierno que se avecina y fruta (que una persona no cristiana se ha comprometido a dar cada semana), pensaba en las personas que viven en esta colonia, la mayoría alcohólicos, drogadictos, prostitutas, viviendo en medio de una ciudad que reprueba el fracaso y en como muchos de ellos solo pasan desapercibidos en una parte muy transitada de Seoul.

Mientras hacíamos el recorrido, alguien hizo un comentario:  "Esto se parece a México"  en forma un poco sarcástica, haciendo referencia ha que yo me sentía confiado estando en esta zona, mientras algunas personas de otros países se sintieron un poco intimidados. Después de escucharlo y sentirme un poco molesto, pensé en ello por un momento y el comentario me abrió los ojos para entender que realmente era cierta la situación, en mi país sucede esto con mayor frecuencia, permitiendo a los mexicanos y pienso que a la comunidad latina en general,  identificarnos con el dolor que existe en otros países con gente que vive en contextos similares a los que hay en nuestras naciones.

Los latinos tenemos cualidades especiales para relacionarnos y mostrarnos amigos con las personas en todo momento, que es lo que muchos de ellos necesitan recibir, pues ropa o comida la pueden encontrar en cualquier asociación civil que se dedique a hacer cosas altruistas, pero gente que se entienda, comparta y sobretodo les ayude a salir de ahí esta en la comunidad latina.

Isaías 58:12. Tu pueblo reconstruirá las ruinas antiguas y levantará los cimientos de antaño; serás llamado "reparador de muros derruidos", "restaurador de calles transitables".








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