lunes, 30 de enero de 2017

Mi narrativa personal para comprender el vínculo evangélico Pro-Israel.

Soy Josue Alanis nacido en el año 1988 en la Ciudad de México, de una familia de clase media mexicana, de padres mexicanos, convertidos al cristianismo en los años 80´s. Toda la vida crecí en un entorno cristiano mexicano que durante los 90´s era la minoría,  ahora, 26 años despues, lo seguimos siendo, pero con un incremento considerable en los ultimos años que no pasa del 13 % de la población en México.

Como mexicano se me educó para amar a mi país conocer mi historia, y aprender los deberes de un pequeño que pertenece a una nación tan magnifica como México. Como cristiano, mis padres me enseñaron a amar a Dios sobre todas las cosas y hacer lo correcto delante de Él y delante de la gente.

Como hijo de padres Cristianos, crecí asistiendo a la escuela dominical todos los domingos de mi infancia, tengo muy buenos recuerdos de todas esas maestras dominicales que me permitieron aprender más de Dios a través de sus enseñanzas, mi abuelita fue una de esas maestras que me enseñaron más de Dios y de su Palabra.

Agradezco a Dios por permitirme crecer en mi iglesia local; por qué en ella hay una doctrina sana sobre la comprensión de Dios y la práctica de la fe en la vida en el día a día. Como cristiano evangélico, se me instruyó entre muchas otras cosas a tener un aprecio especial por la tierra de Jesús de Nazareth, esa tierra que se le prometió a Abraham al llamarlo a salir de su tierra y de su parentela, esa tierra que le tomó más de 40 años llegar a Israel y que tomó otro tanto para ser conquistada por Josue, esa tierra de donde fue leche y miel.

Como muchos cristianos, escuchar todas estas historias Bíblicas me llevo a soñar con un día visitar esa "Tierra Santa", y ver en persona los lugares, donde camino Jesús, donde ocurrieron cada una de esas historias que leí desde pequeño, y que me admiraban y me hacían querer conocer más de ese país lejano que no conocía pero que había sido tan relevante en todo los años de mi vida.

Mi sueño desde los doce años era visitar Israel y en la etapa de la Universidad aún con amigas del ministerio, planeamos-soñamos visitar Israel en un mediano plazo, parecía ser algo muy tangible de hacer, ya que Deb tenía un proyecto en puerta que nos permitiría reducir los costos del viaje, pero después de evaluarlo no lo hicimos.

Mientras escribo estas líneas, me doy cuenta que el sentimiento que permea en muchos de mis hermanos y hermanas en Cristo por Israel, tiene su cimiento, erróneo o adecuado, en el amor que le tenemos a Dios y a su palabra, pues leer y estudiar todo sobre una nación de donde proviene nuestro Salvador genera un vínculo interesante, que en ocasiones es imperceptible, de la "Tierra de origen de Jesús". Pienso que es un poco una relación de cariño, que surge como cuando tu novia es de otro país que quizá nunca has conocido pero que llegas apreciar, porque es el país de donde proviene la persona que amas.

Lo mismo puedo pensar ocurre con aquellos que profesamos una fe Cristocentrica. Surge en nosotros un cariño especial por Israel y por lo que Israel significa en nuestras vidas, caminamos nuestra vida cristiana orando y pidiendo por esta nación especial para nosotros, pensando en lo que hemos aprendido en nuestra vida sobre ella, la miramos con romanticismo, pensamos en ella siempre pensando en lo que hemos aprendido de ella y no en la época actual, tenemos o adquirimos una visión escatologica sobre Israel que nos ha sido heredada en nuestras Iglesias, viendo a Israel como parte del cumplimiento del la segunda venida de nuestro Amado.

Todas estas imágenes influyen en nuestra forma de pensar y analizar la realidad que ocurre en esta tierra que tiene un lugar especial en nuestros corazones. Estoy a unos días de partir para visitar esta tierra, la emoción por conocer cada uno de esos lugares permanece, y me hará sentir que puedo imaginar algunas escenas Bíblicas justo en el entorno en donde se originaron, el amor por esta tierra permanece en cuanto al vínculo personal con la Biblia y Jesús, sin embargo mi mente está abierta a evaluar la realidad que he escuchado por el testimonio de la persona que amo...

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