martes, 20 de diciembre de 2016

Todo se vuelve recuerdos...

Después de vivir dos años lejos de casa, y con visitas esporádicas  cada 6 meses o cada año, el regreso a casa tiene implicaciones y genera sentimiento y emociones que pocas veces se viven.

Antes de regresar a casa uno solo recuerda los sabores, aromas y emociones que se generan al estar con los suyos, al regresar a casa y entrar por primera vez, después de tanto tiempo, y sentir ese olor peculiar de hogar a uno le entra la nostalgia y las ganas de llorar, no sabes si por emoción o por todo lo que has dejado atrás para seguir el sueño de Dios. 

Ese primer día de regreso a casa son una serie de emociones cruzadas, estás ahí pero aún tu mente no llega, sientes los abrazos y a los tuyos pero no sabes cómo relacionarte y no sabes por dónde empezar, si escuchar o hablar, si preguntar o dejar que te pregunten, si contarles lo mucho que les amas pero lo mucho que amas también el lugar en donde estás viviendo, es una mezcla de emociones que te hacen saber que estás en el mismo planeta pero no en la misma vida por un tiempo definido.

Los días van pasando y las emociones se van mezclando, recuerdo que a los pocos días de haber llegado me toco hacer tramites gubernamentales, y recuerdas lo que es vivir en tu país y hacer tramites de documentos de identidad y de papeleo, aunque vez un avance aún vez las complicaciones que existen para obtener solo una credencial, sin embargo todo eso tiene sus bemoles y recuerdos de esas ocasiones que sacaste por primera vez tu pasaporte y no sabías a donde te llevaría, de esa vez que sacaste la VISA para EUA y no conocías que tan frecuente visitarías el país del norte. Todo se vuelven recuerdos, sabores, olores, experiencias.

Cuando caminas por tu colonia y recorres ese mercado de Navidad con tu hermana, es volver a tener 15 años donde salías y veías a todos los amigos en ese mercado navideño, recuerdas las pláticas y sueños que compartiste con tu hermana y solo volteas al cielo y agradeces a Dios, por ver cómo a  actuando en todo ello. Pasas por algunos puestos de comida, de ropa, que no han cambiado en más de 15 años pero te das cuenta que tu sí has cambiado, que ya no eres el mismo, que ya sueñas otras cosas, que ya anhelas otras cosas, que tus sueños implican a alguien más y ya no sólo a ti, te das cuenta que la vida ha pasado y que cada experiencia ha sido parte del plan de Dios.

Otro día cuando caminas de tu casa a la iglesia o viceversa, recorres las calles que solías caminar de pequeño, pasas por la casa de tu mejor amigo y te das cuenta que ya no vive ahí, pasas por el parque de la colonia y recuerdas esas vacaciones jugando fútbol a las 11 de la noche con tus amigos, ahora los llamaría cheros, pasas por la casa de la abuela y recuerdas esos momentos con ella, donde podías entrar a la casa y sabías que no importa la hora te iba a recibir con un taquito de queso como solo ella los sabía hacer, caminas por calles y traes recuerdos, recuerdos todo es recuerdos, pero ¿que es de la vida sin ellos? , ¿que es del ser humano sin la historia que le precede? Somos  lo que somos por la historia detrás de nosotros.

Ahora que tomó un tiempo para pensar en todo lo que ha implicado el regreso a casa, me he dado cuenta que lo que me toca es seguir generando buenos recuerdos, esos que en un par de años cuando vuelva a casa o a mí El Salvador, me permitan recordar amigos, hermanos, compañeros de misión, de esos recuerdos que me hagan pensar ¡ha valido la pena! , recuerdos que me permitan decir, ¡Dios ha sido fiel en todo!.

Aquí estoy por emprender un nuevo viaje, un nuevo año, por explorar ciudades que nunca he explorado, conocer la historia de alguien a quien he llegado a amar más que a nadie en estos 28 años, aquí estoy listo para revivir sus recuerdos y ver cuál es la historia detrás de esa mujer que me ha enamorado, con sus platicas, con sus risas, con sus locuras, con sus bellos ojos que me miran y me hacen querer abrazarle, con esa increíble sonrisa que me invita a besarle, aquí  estoy para dejar que ella me deje revivir sus recuerdos buenos y malos; para poder conocerle más y saber que su historia le ha hecho lo que es , pero más que su historia, lo que Dios ha hecho en ella para ser lo que es.







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