Mi viaje a Southasia.Un encuentro con la diversidad.
Recordando
aquella maleta de la Asamblea que regresaba a casa para ser lavada, hoy
nuevamente estoy de regreso a un país que por algunos meses ha sido mi casa,
regreso a Corea a este precioso lugar que Dios ha decidido escoger como centro
de preparación para mi vida, un lugar especial y mi segunda patria, pues México
siempre será mi patria y mi nación.
Malasia.
Bien
el tiempo en Malasia, Singapore eIndonesia, ha sido fantástico, para mi es asombroso pensar como Dios me preparó para
este viaje con la lectura del libro “The urban face of mision” (La Visión
Urbana de la Mision) pues en realidad al
llegar a la capital de Malasia el primer día pude ver y sentir toda la
diversidad cultural y religiosa que existe en este país, para mí fue asombroso
ver convivir a Musulmanes, Hindúes,
Chinos y algunos Cristianos en una misma ciudad. Al ver toda esta diversidad y
al recordar el taller que dieron mis amigos de Malasia en la Asamblea Mundial acerca
de la situación en su país pude ver claramente lo que otros hermanos y amigos
de la IFES viven en sus países, ahora sé que la situación no es sencilla para
ellos, pues aunque todos conviven de una manera pacífica en la ciudad es un
reto constante no poder hablar libremente de Jesús con tus compañeros
musulmanes, pues está prohibido, mi oración es que nuestro Dios siga dándoles
la habilidad y fuerza para compartir el evangelio.
Uno de
los recuerdos que vienen a mi es que cuando llegue a Malasia lo primero que vi
fue el templo Hindú, pues mi hostal estaba solo a unos pasos de ahí, poder
acercarme e incluso entrar al tiemplo para mí era algo nuevo, no sabía lo que
debía hacer, solo quede parado observando la devoción de las personas hacia
ídolos que no ven, no oyen y no escuchan, pero el ver que su fe y devoción es inmensa me puso a pensar y
mucho. Durante esa mañana tuve la oportunidad de desayunar con una Señora
hindú, durante ese tiempo comenzamos a platicar de las tradiciones en el
hinduismo y de cómo ella habiendo nacido en Malasia conservaba la tradición que
su familia practicaba, me invito a ir a otro de los lugares sagrados en Malasia
para el hinduismo y de muchas otras cosas, fue una plática interesante en donde
pude sentir y ver de una manera clara la devoción de aquellos que practican la religión
hinduista.
Ese
primer día fue un día intenso para mi pues, al ir turisteando en la ciudad encontré
calles en donde había un templo Hindú y justo enfrente o a unos metros un
templo Chino, aquí recordé uno de los capítulos del libro que mencione al
principio en donde hablaba de la misión en la ciudades muchas veces es compleja
pues en ellas encontramos una sin fin de ideologías, culturas, costumbres,
etnias y con las cuales es necesario trabajar de diferente manera, pues aunque
las personas viven en la misma ciudad, su manera de actuar y pensar es muy
distinta.
En
los días siguientes en Malasia tuce la oportunidad de entrar a una Mezquita, y
eso también me hizo pensar mucho, pues
en Malasia los musulmanes son los que tienen el poder político y por ello se
les da mayores privilegios a las personas de esta religión, sin embargo hay
libertad de credo, con ciertas restricciones para cada una de ellas, estando
ahi vi que los musulmanes también hacen servicio comunitario, que como la
Iglesia cristiana ellos también van a donde están los necesitados, llevan
comida, ayudan a otros entonces mi pregunta fue ¿en donde debe radicar la diferencia
de nuestra misión?¿En ayudar solamente? No, la diferencia de nuestra misión está
en Jesús en su obra en la vida de las personas y en como El se relaciona con
cada persona, no es lo que hagamos como cristianos para alcanzar a otros, es la
obra de Dios en cada corazón la que los llama a arrepentimiento.
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